Es evidente desde la aparición de CORONAVIRUS se ha reducido la contaminación atmosférica. China el primer contaminante del planeta ha mejorado la calidad del aire, originado: por el confinamiento de una partida de su población, la fuerte baja de sus bastas instalaciones industriales y el cese de circulación de vehículos. Medidas liadas a neutralizar el Covi-19, ha sido la causa de esta mejora climática.
Los cartográficos elaborados por la NASA indican la disminución del dióxido de azote en China y el resto del mundo. Es el lado positivo que ha aportado el Covi-19, y que tanto bien hace a nuestro maltratado planeta.
Las grandes firmas industriales, el gran capital, conjeturan con impaciencia que tan pronto termine esta crisis sanitaria, es de recuperar la producción industrial, lo que se colige volver otra vez a la polución, que no deja de ser una amenaza para la salud, que habrá de tener en cuenta si queremos preservarla.
La contaminación del planeta conlleva enfermedades respiratorias, como el virus que estamos sufriendo y que los obsesionados del dinero y del poder poco les importan las consecuencias que ello acarrea. Francia y países vecinos están sin protección ante el CORONAVIRUS, desprovistos de mascas, guantes, gafas-viseras, aparatos respiratorios. Los políticos franceses hace unas semanas afirmaban que llevar masca en la calle no era necesario, hoy dicen lo contrario. Los políticos toman la gente por idiotas. De todos modos actualmente varios países europeos, a parte Alemania, Suecia, Dinamarca, siguen sin tener ni tan siquiera mascas para abastecer el personal sanitario. Es una vergüenza.
Reflexión, el futuro de tus hijos no lo dejes en manos de estos obcecados financieros sin escrúpulos.