Tanto si se está de acuerdo o no con el movimiento separatista catalán, sus dirigentes encarcelados acusados de terroristas, son presos políticos, se quiera o no reconocer es así. Se puede estar a favor o en contra de este movimiento, pero las opiniones se debaten en una democracia i no tratar a sus oponentes a golpe de matraca como hizo Rajoy cuando era presidente.
El artículo 155 ha degenerado a tal punto, que se acusaba de terrorista por el hecho de quemar unos neumáticos en la vía pública o agredir en una pelea de bar a dos guardias civiles, etc.
El dictamen de la justicia en España no funciona igual para todos, depende del lugar donde acontece el delito i el imputado. Ello ha demostrado en más de una ocasión, que la justicia no es independiente por estar integralmente politizada.
Esta represión judicial de los últimos meses, acaudillada por el Partido Popular i Ciudadanos, ambos partidos, nacionalistas de extrema derecha, personifica la España constitucionalista, unitaria, rancia, patriotera i racista, apoyados por una izquierda diluida i mal tratada por quienes dicen ser sus herederos.
La oposición firmó en 1977 la Constitución vigente, dando su aprobación. Qué no vengan ahora con lloriqueos, hacernos creer que no sabían lo que firmaron. Durante años esta burguesía catalana independentista les ha ido todo muy bien en ese largo periodo de la transición, y poco se acordaba de los catalanes, menos afortunados, victimas del franquismo.
Me ha chocado un Twit inquietante de Quim Torra, el nuevo President de la Generalitat. No oculta su devoción a los hermanos Badia. Dos personajes fascistas i racistas. Miguel Badia fue responsable en 1934 de los servicios policiales de la Generalitat, donde se destacó por su dureza en la represión, ejecutando por sus pistoleros a sueldo, asesinatos, torturas contra los obreros, sus victimas predilectas, principalmente, eran de la CNT.
Organizó institucionalmente las milicias paramilitares, como fuerza de choque, escamots vestían camisas pardas, «a estilo de las Juventudes Hitlerianas».
El presidente de la Generalitat Luis Companys, su relación con Miguel Badía nunca fue buena, por su pésima reputación y mala fama, la primera ocasión que tuvo lo destituyó de su cargo de modo definitivo, a pesar que intentó recuperarlo, inútilmente.
Lo cual no deja de ser turbador este fervor de Quim Torra, por los hermanos Badia. Unos asesinos mal vistos i desahuciados de su propio partido (ERC). Se comenta fueron muertos a tiros, por dos militantes de la FAI, la otra versión indica, hubo un complot de ERC sobre la complicidad del atentado. Tarradellas dijo sobre la implicación «había mucha niebla en aquel suceso». Es evidente el resentimiento que había contra estos dos individuos, no cabe la menor duda, era real.
Juan Busquets
Ex maqui condenado en 1949 a la pena de muerte
En un Consejo de Guerra sumarísimo
Conmutada por la de 30 años de los
Cuales cumplió 20 años y seis días.